viernes, 5 de agosto de 2011

CONCEPTOS DE LA PALABRA PRODUCTIVIDAD Y CALIDAD

1. Origen de la palabra Productividad.
La palabra productividad se ha vuelto tan popular en la actualidad, que es raro que no la mencionen en algún contexto u otro, tales como revista sobre comercio, periódicos, boletines administrativos, informes a accionistas, discursos políticos, anuncios de consultores, conferencias, etc. De hecho, con frecuencia pareciera que el término “Productividad “ se usa para promover un producto o servicio, es decir, como si fuera una herramienta de comercialización, pero esto no es más que el resultado de una gran confusión e interpretación sobre su significado ¿En donde se origino esta palabra?
En el sentido formal, es posible que la primera vez que se menciono la palabra productividad fue en un artículo de Quesnay en el año de 1766. Más de un siglo después, en 1833, Littre definió la productividad como “la facultad para producir”, es decir, el deseo de producir. No fue sino hasta los principios del siglo XX cuando el término adquirió un significado más preciso, en el cual existe una relación entre lo producido y los medios necesarios para hacerlo.
Productividad.
Es el cociente que se obtiene al dividir la producción por uno de los factores de producción. De esta forma es posible hablar de la productividad de capital, de la inversión o de la materia prima, según si lo que se produjo toma en cuenta respecto al capital, a la inversión o la cantidad de materia prima.
Aunque hoy en día se habla de productividad, todavía no hay comprensión profunda de este concepto, ya que existe en los temas que rodean y afectan a este término.
El mejoramiento de la productividad es un tema extremadamente complejo y de una vital importancia. La productividad debe incluir una dimensión de calidad, ya que si una firma incrementa la producción a expensas de la calidad, ganara muy poca, o ninguna, productividad global. Para mejorar las dimensiones de cantidad y calidad de la productividad, es probable que cada organización tenga que combinar muchas herramientas, técnicas y métodos para implementar un programa único de mantenimiento. La evaluación de un programa de mejoramiento de la productividad y su eventual éxito dependerán de la habilidad para medir tanto la productividad como la calidad en el servicio, así como en las funciones de fabricación. De esta manera; la medición constituirá una base, un pre-requisito para el mejoramiento.

2. MAL EMPLEO DEL TERMINO
El término “productividad” con frecuencia se confunde con el término “Producción”.
Muchas personas piensan que a mayor producción se tiene una mayor productividad. Esto no es necesariamente cierto, lo demostraremos con un ejemplo, pero antes habrá que aclarar el significado de cada palabra: “Producción” y “Productividad”.
Producción: Se refiere a la actividad de producir bienes y/o servicios.
Productividad: Se refiere a la utilización de los recursos insumos al producir bienes y/o servicios.
Si se observa en términos cuantitativos, la producción es la cantidad de productos que se elaboran, mientras que la Productividad es la razón entre la cantidad producida y los insumos utilizados.
Ejemplo.
Supóngase que una compañía manufacturera de radios produce 10000 radios empleando 50 personas que trabajan 8 horas diarias durante 25 días. En este caso:
Producción=10000 radios.

Supóngase que esta compañía aumenta su producción a 12000 radios contratando 10 trabajadores más. Ahora tendremos como resultado:
Producción=12000 radios.
Está claro que la producción de radios aumento 20%, pero la productividad del cambio no sufrió cambio alguno.
Es fácil demostrar, con cálculos similares, que puede haber casos extremos en los que la productividad de la mano de obra disminuye aun cuando la producción aumente; o en los que la productividad de la mano de obra aumenta junto con la producción.
El punto que interesa establecer es que no necesariamente un aumento de la producción significa un aumento de la productividad.
Con frecuencia se distinguen entre si los términos productividad, eficacia y eficiencia.
EFICACIA: Es el grado en que se logran en los objetivos.
EFICIENCIA: Es la razón entre la producción real obtenida y la producción estándar esperada.
En otras palabras, la forma en que se obtiene un conjunto de resultados refleja la eficacia, mientras que la forma en que se utilizan los recursos para lograrlos se refiere a la eficiencia. La productividad es una combinación de ambas, ya que la eficacia esta relacionada con el desempeño y la eficiencia con la utilización de los recursos.

3. PRODUCTIVIDAD Y CALIDAD.
Frecuentemente, tanto los académicos como los profesionales se refieren a la “Productividad” y a la “Calidad” como si se tratase de 2 mediciones separadas de rendimiento. Pero una parte significante de cualquier ecuación de productividad es la calidad. No hay ningún valor económico en el hecho de incrementar los niveles de producción si el aumento esta compensado por una calidad inferior.
Cualquier estudio de productividad deberá medir la producción con el numero de bienes o servicios usables, comerciales o aceptables incluidos. Pero esto se lleva a cabo con poca frecuencia. De hecho, se vigilan cuidadosamente muchas operaciones relacionadas con la “Productividad” sin que se tomen medidas para detectar, medir o informar de errores en la producción.
El termino calidad tiene alguno de los mismos problemas, en cuanto a su definición, que el término “Productividad”. En lenguaje común, un producto de calidad generalmente significa lo mejor, sin embargo, aquellas personas responsables de la calidad de un producto o de un servicio de una organización necesitan de una definición mucho más precisa. Esta puede referirse a las tolerancias establecidas en la producción o al porcentaje de unidades que cumplan con esas tolerancias. Existe un gran número de definiciones precisas de calidad que reflejan distintas características de productos o servicios, diferentes técnicas de medición y diversas formas de expresar estándares.
Una definición general de calidad debe encontrarse al alcance de la comprensión general del término y también referirse a su uso técnico y específico para que éste sea operacional. Debe ser lo suficientemente exacta para medir la medición y el informe de los datos en aplicaciones específicas. Pero lo suficientemente general como para aplicarse a una gran variedad de atributos de productos o servicios. La siguiente definición podría cumplir con estos objetivos:
La CALIDAD es el grado en el cual un producto o servicio se ajusta a un conjunto de estándares predeterminados, relacionados con las características que determinan su valor en el mercado y su rendimiento en función del cual ha sido diseñado
Una definición de calidad debe satisfacer varias pruebas clave. Estas pruebas se conocen como clasificaciones básicas de calidad que en realidad son pruebas de la generalidad de la definición.
Mas que continua, la primera clasificación es dicotómica en el muestreo estadístico son “atributos” en contraposición a variables. Las características dicotómicas se consideran binarias, es decir, son buenas o malas, aceptables o inaceptables, presentes o ausentes. Por otra parte, las características continuas constituyen factores que caen en algún punto de una escala. La diferencia clave se encuentra en el hecho de que el atributo no es naturalmente dicotómico. Por ejemplo, una bombilla puede funcionar o no; y esta es una característica dicotómica. Sin embargo, la intensidad de la luz de bombillas que funcionan es una característica continua, que se mide en lumens. Para establecer un rango aceptable deben fijarse límites arbitrarios en la escala de intensidad.
Esta definición de calidad cubre ambas situaciones. “El grado en que un producto o servicio se ajusta a … ” puede contestarse con un si o con un no, pero también puede responderse con una variación.
Una segunda definición importante de la calidad es aquella que hace referencia a una unidad específica en contraposición a un conjunto o grupo de unidades. Al indicar como la unidad cumple o no cumple con los criterios establecidos, esta definición puede referirse a una unidad de un producto o servicio. Sin embargo, se puede aplicar de igual manera a la variación promedio de estándar de un grupo de reactivos o al porcentaje defectuoso en un lote. Un ejemplo de expresar la calidad de las bombillas seria el determinar la relación entre las bombillas fabricadas y las bombillas que funcionan.
Otra clasificación de las características de la calidad se da en términos de atributos funcionales y estéticos. Un atributo funcional afecta directamente el rendimiento de un producto o servicio. En cambio, un atributo estético afecta la apariencia o alguna otra característica que, si es defectuosa, hace que el producto o servicio resulte menos deseable en el mercado, pero no afecta el rendimiento de la función perseguida. Una válvula defectuosa afectará el funcionamiento de un automóvil; pero un mal trabajo en la pintura no afectará su funcionamiento. Esta definición de calidad toma en cuenta ambos factores.
Una cuarta división de las características de la calidad es la mensurable en contraposición a la de juicio. Los atributos como el tamaño, la temperatura, el voltaje o la torsión son fácilmente mensurables. Por lo tanto se establecen estándares en términos de estas mediciones y éstos son comunicados precisamente a los técnicos responsables de levar a cabo las mediciones. El sabor, la apariencia y otras características subjetivas solo pueden ser juzgadas por el experto que decide si la unidad cumple o no cumple con el estándar. Algunas características como el color son mensurables, pero en estos casos puede usarse una apreciación juiciosa para evitar el elevado costo de las mediciones precisas. En esta definición de calidad, el “estándar” el “grado de conformidad” puede referirse a procesos de medición o juicio.
Una característica final por considerar en la calidad es el de la puntualidad, que a menudo se pasa por alto. Con frecuencia, este atributo está asociado con los servicios más que con los productos, pero debe aplicársele a ambos. Por ejemplo, el trabajo en un edificio en construcción se puede detener debido a que el material recibido es defectuoso; pero también puede detenerse si el material llega tarde. Un producto o servicio que no se encuentre en el lugar correcto y en el momento adecuado, puede clasificarse como “defectuoso”, así como uno que llega a tiempo, pero que es inaceptable. Como el tiempo es una escala continua, la puntualidad puede expresarse dentro de esa definición de calidad como un estándar adicional con un rango de aceptabilidad

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