La externalización de servicios en las empresas es una tendencia cada vez mayor en España, por la reducción de costes estructurales que ello supone. Sin embargo, para decidirte por esta fórmula de gestión empresarial has de tener en cuenta tanto lo bueno, como lo malo. En este artículo intentamos mostrarte las dos caras de una misma moneda.
Empecemos por lo mejor del outsourcing, los pros de la contratación externa de servicios. En primer lugar, existen numerosos departamentos y actividades en los negocios que pueden subcontratarse: tanto el mantenimiento de los equipos informáticos, como los recursos humanos, marketing y comunicación, servicios de gestoría y contabilidad, etc. Esto permite que los departamentos se reduzcan, la estructura de la empresa sea menor... y se reduzcan costes del mantenimiento tanto de empleados como de oficinas y lo que ello conlleva.
Además, contar con especialistas en determinadas áreas o materias relativas al funcionamiento de una empresa también va a implicar que esa mayor especialización conlleva más conocimientos y seguramente mejores resultados. Esto se produce especialmente si contratamos a personas, profesionales, que son especialmente buenos en ese departamento o actividad que van a desarrollar.
Y de lo bueno, a lo menos positivo del outsourcing. La preocupación para aquellos que deciden externalizar alguna sección de la compañía es siempre la misma: perder control del negocio, de la dirección de la empresa. Esto no debería ser así si se supervisa e inspecciona convenientemente el trabajo de la subcontrata, sabiendo en todo momento qué pasos da y habiendo llegado previamente a un acuerdo sobre las condiciones que han de regir la prestación de esos servicios.
Otro 'contra' es el incremento de los costos, que es consecuencia del paso anterior, de la pérdida de control. Es decir, si no vigilamos bien cómo se desarrolla el trabajo de los profesionales externos puede ser que cuando nos pasen la factura nos llevemos algún susto debido a que nos hayan cargado trabajos que no se acordaran previamente o incluso que no se hayan llegado a prestar.
Y estos son, grosso modo, los principales 'pros' y 'contras' que tiene optar por la subcontratación de servicios en las empresas. Mucho ojo y nunca perdamos el control del negocio, esa son las claves para que el outsourcing sea rentable.
sábado, 6 de agosto de 2011
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