Recientemente, se me dio la oportunidad de visitar algunos almacenes por departamento, nuevos y no tan nuevos, pues andaba viendo las nuevas tendencias en el mercado de algunos productos.
Me llamó mucho la atención que muy pocos establecimientos, hacen una diferenciación de precio por segmento de mercado.
Haciendo un análisis, una de las principales razones es para no "privar" al cliente de la oportunidad de compra de toda la variedad de producto que estos lugares ofrecen. Simplemente están buscando la manera de no "marginar" al cliente por su capacidad adquisitiva.
Si bien es cierto, es un argumento muy válido, me pareció interesante que los productos más caros estaban en casi todas las tiendas, pero, los más baratos, solamente en las tiendas "B" o "C". Y entonces, ¿esto no es un tipo de marginación? ¿No es esto, privar al cliente con cualquiera que sea su capacidad adquisitiva, de adquirir el producto o servicio que le guste? Si, lo es. Simplemente, está al revés.
En lo personal, considero que la diferenciación de productos por precio no debe verse como una marginación al cliente, sino como parte de la segmentación misma del mercado, que se hace para cualquier investigación o análisis del mismo.
Como muchos sabrán, los almacenes manejan un presupuesto de compras. Este, se da mensualmente para comprar los artículos que se venden en las tiendas. Y es aquí, donde viene la razón de existir de cualquier establecimiento comercial: la venta, y con ello, la obtención de ganancias. Pero, si los productos o servicios que ofrecemos al cliente, no son de su agrado, simplemente no habrá venta, y con ello, cero ganancias.
Dado esto, hay que hacer una distribución inteligente de nuestro presupuesto. Debemos dar a cada cliente, lo que ellos desean. Para esto, se debe hacer una investigación de mercado, que nos de a conocer los gustos y preferencias de los consumidores. Con ello, va incluida su capacidad adquisitiva, o sino, cuánto está dispuesto a gastar por determinado bien.
Ya conociendo esto, se procede a hacer la compra de los productos. Estos productos deben responder al resultado obtenido en la investigación anterior y tener, por tanto, las características deseadas por los consumidores, entre ellos el precio.
A mi punto de vista, de nada sirve tener el artículo más caro en una tienda, en la que el cliente no está interesado en comprarlo. O por el contrario, un producto muy barato que no apela al gusto del cliente de ese segmento. Es importante tener de todo, si, pero el grueso de los productos debe ser de acuerdo a las preferencias del cliente.
¿Por qué? Simple. Porque como ya se mencionó, para poder obtener ganancias, hay que vender. Muchas personas no comprenden, que la venta en volumen alto, puede dar mayores beneficios que la de pocos productos a precios elevados. Hay que tener mucho de lo que el cliente pide.
Esta misma lógica se puede utilizar para cualquier otra característica de los bienes. En resumen, un cliente satisfecho, volverá y recomendará nuestro establecimiento, asegurando de esa manera la venta y, por tanto, que el fin último de este tipo de negocios se cumpla: Dar beneficios a los dueños y accionistas.
miércoles, 20 de marzo de 2013
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