El análisis de costos es una forma de obtener ventaja competitiva
Existen dos formas básicas para lograr la ventaja competitiva. En primer lugar, la compañía puede poner en práctica una estrategia de costos bajos que le permita ofrecer propuestas a precios más bajos que sus competidores. Asimismo, es posible lograr la ventaja competitiva mediante estrategia de diferenciación de productos, de modo que los clientes perciban beneficios únicos que justifiquen un precio más alto.
De lo anterior se deduce que ambas estrategias para obtener la ventaja competitiva están orientadas hacia el mismo fin: incrementan los beneficios percibidos por los clientes potenciales y por tanto crear fidelidad en ellos hacia los productos de la empresa.
La percepción por parte del cliente decide la calidad de la estrategia de una empresa. Los resultados operativos, como !as ventas y utilidades, son medidas que dependen del nivel del valor psicológico que se crea para los clientes: cuanto mayor sea el valor percibido por el cliente, mejor será la estrategia.
Una empresa puede comercializar un mejor auto, pero el éxito final del producto depende de que los clientes decidan comprar dicho producto. El valor es como la belleza: es hallada por los ojos del que observa. En resumen, la ventaja competitiva se logra al crear mayor valor que la competencia, y esta definido por la forma en el cliente percibe ese valor.
Hay dos modelos diferentes de ventaja competitiva, los cuales son motivo de estudio. El primero ofrece “estrategias genéricas”, que no son más que rutas o caminos que las empresas deberán seguir a fin de ofrecer un valor superior y lograr la ventaja competitiva. De acuerdo con el segundo modelo, las estrategias genéricas por sí solas no hacen posible el gran éxito. El modelo más reciente; basado en el concepto del “intento estratégico”, propone cuatro fuentes diferentes de ventaja competitiva. A continuación, se analizan ambos modelos.
Estrategias genéricas para crear la ventaja competitiva.
Como dije este es el primer modelo, elaborado por Michael Porter, el cual señalo las estrategias genéricas de negocios. En suma Porter resume el asunto en dos cosas: costos y diferenciación; de esta generalidad desarrolla cuatro estrategias genéricas: liderazgo en costos, diferenciación en productos, enfoque en los costos y enfoque en la diferenciación.
Las estrategias genéricas dirigidas hacia el logro de la ventaja competitiva o una estrategia de mercado superior exigen que la empresa tome decisiones. Las decisiones se relacionan con el tipo de ventaja competitiva que desea lograr y el panorama del mercado o la variedad de combinación de productos dentro de los cuales se logrará la ventaja competitiva. La decisión entre los tipos de ventaja y el panorama del mercado incluye cierto riesgo, ya que cuando una compañía elige una estrategia genérica determinada, siempre existe la posibilidad de que esta decisión no sea la más adecuada.
Las estrategias genéricas dirigidas hacia el logro de la ventaja competitiva o una estrategia de mercado superior exigen que la empresa tome decisiones. Las decisiones se relacionan con el tipo de ventaja competitiva que desea lograr y el panorama del mercado o la variedad de combinación de productos dentro de los cuales se logrará la ventaja competitiva. La decisión entre los tipos de ventaja y el panorama del mercado incluye cierto riesgo, ya que cuando una compañía elige una estrategia genérica determinada, siempre existe la posibilidad de que esta decisión no sea la más adecuada.
Estrategias de mercado amplias: liderazgo en costos y diferenciación.
La ventaja por el liderazgo en costos se basa en obtener los costos más bajos del sector industrial al que pertenece la compañía. En años recientes, esta estrategia se ha adoptado cada vez más, como resultado de la popularidad del concepto de la curva de experiencia.
En general, una empresa que basa su estrategia competitiva en el liderazgo general en los costos debe equiparse con tecnología y construir una capacidad de planta diferente y mejor que la competencia. De esta forma buscará obtener una participación más alta en el mercado a fin de que sus costos por unidad sean los más bajos de la industria.
Estas ventajas, a su vez, proporcionan al productor un liderazgo sustancial en términos de la experiencia para crear el producto. Así, la experiencia da lugar a mejoras adicionales de todo el proceso de producción, entrega y servicio, que lleva a mayores reducciones en los costos.
Cualquiera que sea su fuente, la ventaja del liderazgo en costos puede ser la base para ofrecer a los clientes precios más bajos (y mayor valor) durante las etapas finales y más competitivas del ciclo de vida del producto. Un ejemplo que vemos comúnmente, de la aplicación exitosa de esta teoría es lo que sucede en la actualidad con la industria China, en el campo textil o Japonesa, en el campo de la electrónica y automotriz.
No obstante, el liderazgo en los costos es una fuente importante de ventaja competitiva sólo si existen barreras que evitan que los competidores logren los mismos costos. Actualmente sin embargo, esta ventaja es relativa, ya que las tecnologías están disponibles para todos y por tanto, existen fluctuaciones en algunos sectores productivos, donde las empresas se superan unas a otras a cada momento.
Cuando el producto de una empresa tiene una utilidad real o percibida en un mercado amplio, se dice que tiene una ventaja por diferenciación. Esto conlleva a que los productos únicos puedan ofrecerse a precios superiores al promedio o en su defecto, combinando una estrategia en costos, logren una mezcla de precio competitivo y características únicas.
Dos formas de obtener ventaja competitiva – gráfica del autor.
Si bien es cierto, en el caso del ejemplo de Epson, pueden existir muchas marcas de impresoras de bajo consumo, ninguna ostenta la patente Micro Piezo de cartuchos independientes de color o en el caso de Caterpillar, sabemos que sus equipos de construcción ostentan marcas de productividad y eficiencia por demás comprobadas.
Ahora si tienes una Pyme, ya sabes que debes buscar, esta técnica es muy útil para aumentar las ventas, pero debe combinarse necesariamente con un plan y seguimiento del marketing; así como complementarse con un diseño de producto adecuado. Mucho ojo con este punto, ya que tu producto puede ser único y a buen precio, pero puede ser que nadie quiera comprarlo, de esta forma se deduce que esta estrategia no garantiza al final mayores utilidades sino se aplica con cuidado.
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